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martes, 18 de noviembre de 2014

MOMENTOS SOBRANTES



Ezequiel profetizó de un sacerdocio de Sadoc en estos últimos días

"Mas los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí… Ellos entrarán en mi santuario, y guardarán mis ordenanzas" (Ezequiel 44:15-16). En esencia, Dios está diciendo, "En los últimos días, tendré un ministerio de Sadoc, hecho de siervos según mi propio corazón. Y al contrario del sacerdocio de Elí, se acercarán a mí y me servirán."

Pablo escribe, "Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio [de manifestar a Cristo] renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad" (2 Corintios 4:1-2). Pablo dice que manifestar a Cristo involucra renunciar a toda deshonestidad y pecado oculto. Para abreviar, estas cosas reflejan la profecía de Ezequiel: Los ministros Sadoc de Dios rechazarán los caminos de Elí, renunciarán a todos los ídolos, se volverán a Dios con pasión renovada, se apartarán para el Señor, y determinarán reflejar su gloria.
Puede preguntarse: ¿Dónde encuentran los sacerdotes de Sadoc el poder para hacer estas cosas? ¿Cómo convocan la habilidad de librar sus vidas completamente de abominaciones, mientras los sacerdotes de Elí beben libremente tal veneno? ¿Qué debe pasarles a estos verdaderos siervos, que les hace apegarse a Jesús en medio de tal compromiso?

Puesto simplemente, los sacerdotes de Sadoc son cambiados y llenos de poder al estar encerrados con Cristo. Pasan tiempo de calidad en su presencia. Como resultado, han encontrado su llamado: acercarse a Jesús, y ministrarle en su presencia. ¿Cómo ministran al Señor? La palabra que Ezequiel usa para ministrar es sharath (vea Ezequiel 44:15-16). Quiere decir esperar o servir, y adorar. Para abreviar, habla de una devoción celosa.

Leí recientemente de tal devoción. Un reportero fue enviado a un nuevo templo hindú en EE.UU. El templo fue construido para el dios Vishnú que es adorado por muchos inmigrantes asiáticos. El reportero describió como un sacerdote hindú ministraba a este dios. Primero, el sacerdote entró en el santuario interno, o lugar santo. Entonces se arrodilló durante horas ante una imagen de granito de Vishnú. El dios está reclinado en los rollos de una cobra de cinco cabezas, donde está protegida por las capuchas de las serpientes. El reportero escribió, "El sacerdote salió de ese lugar santo horas después, agotado y dichoso, como un guerrero victorioso. Estaba cubierto de sudor, y llevaba una guirnalda de flores marchitas bajo su brazo."



A menudo me pregunto si Dios se pone celoso por este tipo de devoción. Mientras los sacerdotes en otras religiones ministran a ídolos inanimados, multitudes del pueblo de Dios están preocupadas con las cosas de este mundo. Le damos sólo trozos de nuestro tiempo, en nuestro apuro, momentos sobrantes.

lunes, 17 de noviembre de 2014

SACERDOTES DÉBILES ANTE EL PECADO



El sacerdocio de Elí ministra al pueblo "ante sus ídolos"(Ezequiel 44:12)
Ezequiel nos dice que los sacerdotes en el ministerio de Elí permitieron la contaminación en la casa de Dios (vea Ezequiel 44:7). "Extranjeros, incircuncisos de corazón," trajeron ídolos abominables dentro del santuario. Y los sacerdotes "sirvieron (a las personas) delante de sus ídolos" (44:12). Esto significa que los pastores aprobaban la idolatría de las personas. Estos sacerdotes pusieron al pueblo de Dios realmente a gusto en su pecado.

Este asunto de "ministrar delante de los ídolos" debe dar un tiro certero con cada cristiano. Como puede ver, nuestros hogares deben ser santuarios santos donde el Señor es exaltado. Y ningún ídolo o abominación deben permitirse en ellos: "y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque es anatema” (Deuteronomio 7:26).

Éste es el pasaje con el que Dios me guió para tratar cuando me ordenó que me librara del televisor. El Espíritu Santo me reveló que si quería experimentar la llenura de Cristo y continuar hablando proféticamente, tenía que romper ese ídolo. Después de todo, no podría ministrar ni siquiera a mi propia familia si me aferraba a algo abominable. Así fue como comprendí que el televisor llegaría a ser un arma poderosa del enemigo. Satanás lo usaría para oscurecer la luz del Espíritu de Dios en los corazones y mentes de multitudes de cristianos.

Claro, esto fue cuando la televisión era suave para las normas de hoy. La palabra "sexo" no podía mencionarse. La tele audiencia de ese tiempo no podía empezar a imaginarse el contenido de los programas de hoy: la desnudez llamativa, la violencia sangrienta, el sexo explícito, la glorificación del adulterio y la idad, la burla de los evangélicos.

Ahora quiero plantear un problema igualmente importante: ¿Es el cuarto de su hijo un cubil de iniquidad? ¿Sus estantes están llenos de Discos Compactos de música rap y videos sensuales? ¿Sabe qué tipo de música está bajando a su computadora? ¿Está seguro que él no está navegando en los sitios web pornográficos, o incluso conversando con adultos idos en las salas de conversación?

Quizás su hijo está mirando películas clasificadas 'X' en la televisión por cable, en su propia sala. Usted se dice, "Nos subscribimos al cable sólo para las Noticias de CNN y el canal Discovery.” Pero si no está vigilando lo que sus hijos hacen, no está manifestándoles a Cristo. Un reciente informe de una agencia gubernamental en los Estados Unidos sugiere que los padres traigan la computadora de sus hijos a la sala. Esto bajaría su oportunidad de contactarse con un pedófilo. Éste no fue el consejo de algún predicador, sino del gobierno.

No me malentienda aquí: el asunto no es retirarse de la sociedad. De hecho, es lo contrario: ser una manifestación de la verdad de Jesús, en cada área de la vida. Nuestro Dios quiere hacernos Biblias vivas, que respiran al mundo. Así que ¿cómo podemos sentarnos en los cines y tomar parte de los programas que glorifican la violencia, un pecado que Dios odia? ¿Cómo podemos soportar las maldiciones al Nombre de nuestro Salvador? ¿Cómo podemos sentarnos pasivamente ante las imágenes sensuales y seductoras que desfilan ante nuestros ojos? ¿Cómo podría creer cualquier cristiano que surgirá de la silla de escarnecedores con un corazón limpio, mostrando una manifestación de Cristo?

Esto no es legalismo. Es manifestar a Cristo. Y es evitar volverse un Elí que fue suave con el pecado. Dios dijo de este sacerdocio, "No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, en lugar santísimo" (Ezequiel 44:13).

domingo, 16 de noviembre de 2014

EL ORIGEN DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA



La Iglesia Católica Romana sostiene que su origen se encuentra en la muerte, resurrección y ascensión de Jesucristo aproximadamente en el año 30 de nuestra era. La iglesia Católica se proclama a sí misma como la Iglesia por la que murió Jesucristo, la Iglesia que fue establecida y construida por los apóstoles. ¿Es ese realmente el origen de la Iglesia Católica? Por el contrario. Aún una lectura superficial del Nuevo Testamento revelará que la Iglesia Católica no tiene su origen en las enseñanzas de Jesús o Sus apóstoles. En el Nuevo Testamento, no hay mención del papado, la veneración o adoración de María (o de la inmaculada concepción de María, la perpetua virginidad de María, la ascensión de María, o María como co-redentora y mediadora), las peticiones a los santos en el cielo por su intercesión, la sucesión apostólica, las ordenanzas de la iglesia funcionando como sacramentos, el bautismo infantil, la confesión de pecados a un sacerdote, el purgatorio, las indulgencias, o la autoridad paralela de las tradición eclesiástica y la Escritura. Así que, si el origen de la Iglesia Católica no se encuentra en la enseñanzas de Jesús y Sus apóstoles, como están registradas en el Nuevo Testamento, ¿cuál es el verdadero origen de la Iglesia Católica?


Durante los primeros 280 años de la historia cristiana, la cristiandad fue prohibida por el imperio romano, y los cristianos fueron terriblemente perseguidos. Esto cambió después de la “conversión” del emperador romano Constantino. Constantino “legalizó” el cristianismo en el Edicto de Milán en el año 313. Después en el 325 d.C. Constantino convocó al Concilio de Nicea en un intento por unificar la cristiandad. Constantino visualizó el cristianismo como una religión que pudiera unir al Imperio Romano, el cual en ese tiempo comenzaba a fragmentarse y dividirse. Mientras esto hubiera parecido ser un desarrollo positivo para la iglesia cristiana, el resultado fue todo menos positivo. Al igual que Constantino se negó a adoptar de lleno la fe cristiana, sino que continuó con muchas de sus creencias y prácticas paganas; así también la iglesia cristiana que Constantino promovió era una mezcla del verdadero cristianismo con el paganismo romano.



Constantino descubrió que con la gran extensión del Imperio Romano, tan diverso y expansivo, no todos accederían a renunciar a sus creencias religiosas y abrazar el cristianismo en su lugar. Así que Constantino permitió, y aún promovió la “cristianización” de la creencias paganas. Y así, creencias completamente paganas y totalmente antibíblicas le dieron nuevas identidades al “cristianismo” Algunos claros ejemplos de ello son los siguientes:



(1) El Culto a Isis, una religión de la madre-diosa egipcia, fue absorbida dentro del cristianismo, reemplazando a Isis con María. Muchos de los títulos que fueron usados por Isis, tales como “Reina del cielo”, “Madre de Dios”, y “theotokos” (quien dio vida a Dios) fueron adjudicados a María. Se le concedió a María un exaltado papel en la fe cristiana, mucho más allá de lo que la Biblia describe de ella, para atraer a los adoradores de Isis a la fe, que de otro modo no hubieran adoptado. Las primeras claras señales de la Mariología católica ocurrieron en los escritos de Origen, quien vivió en Alejandría, Egipto, el cual resultaba ser el punto focal de la adoración a Isis.



(2) El Mitraísmo era una religión en el Imperio Romano del I hasta el V siglo d.C. Era muy popular entre los romanos, especialmente entre los soldados romanos, y posiblemente fue la religión de muchos emperadores romanos. Mientras que nunca se le concedió un estatus “oficial” al Mitraísmo en el Imperio Romano fue de hecho la religión oficial, hasta que Constantino y los siguientes emperadores romanos reemplazaron el Mitraísmo con el Cristianismo. Una de las características claves del Mitraísmo era una comida de sacrificio, la cual consistía en comer la carne y beber la sangre de un toro. Mitras, el dios del Mitraísmo, estaba “presente” en la carne y la sangre del toro, y cuando eran consumidas, se otorgaba la salvación a aquellos que tomaban parte en la comida del sacrificio. (teofagia, la práctica de comer el cuerpo de un dios). El Mitraísmo también tenía siete “sacramentos”, haciendo que las similitudes entre el Mitraísmo y el catolicismo Romano sean demasiadas para ser ignoradas. Constantino y sus sucesores fundaron un fácil substituto de la comida sacrificial del Mitraísmo en el concepto de la Cena del Señor / La Comunión Católica. Tristemente, algunos de los primeros cristianos comenzaron a añadir el misticismo a la Cena del Señor, rechazando el concepto bíblico de un simple acto de adoración y recordatorio de la muerte y derramamiento de sangre de Cristo. La romanización de la Cena del Señor hizo la transición a una consumación del sacrificio de Jesucristo, conocido ahora como la Misa Católica / la Eucaristía.



(3) La mayoría de los emperadores romanos (y ciudadanos) eran enotistas. Un enotista es alguien que cree en la existencia de muchos dioses, pero que tiene un enfoque primario en un dios en particular, o considera a un dios en particular como supremo sobre los otros dioses. Por ejemplo, el dios romano Júpiter, era supremo sobre el “panteón” (la totalidad de los dioses) romano. Los marinos romanos con frecuencia eran adoradores de Neptuno, el dios de los océanos. Cuando la Iglesia Católica absorbió el paganismo romano, simplemente reemplazó el “panteón” de dioses con los santos. Así como el panteón de dioses romanos tenía un dios del amor, un dios de la paz, un dios de la guerra, un dios de la fuerza, un dios de la sabiduría, etc., la Iglesia Católica tiene un santo que “está a cargo” de cada una de estas características, y existen muchas otras categorías. Igualmente, así como muchas ciudades romanas tenían un dios específico para la ciudad, también la Iglesia católica provee sus “santos patrones” para las ciudades.



(4) La supremacía del obispo romano (el papado), fue creado con la ayuda de los emperadores romanos. Siendo la ciudad de Roma el centro de gobierno del imperio romano, y con los emperadores romanos viviendo en Roma, la ciudad de Roma se levantó como preeminencia en todas la facetas de la vida. Constantino, y sus sucesores, dieron su apoyo al obispo de Roma como el supremo gobernante de la iglesia. Desde luego, era mejor para la unidad del imperio romano, que el gobernante y la sede de la religión se encontraran centrados en el mismo lugar. Mientras que muchos otros obispos (y cristianos) se resistieron a la idea de que hubiera un obispo romano supremo, eventualmente el obispo romano se elevó a la supremacía, a través del poder y la influencia de los emperadores romanos. Cuando el imperio romano se colapsó, los papas tomaron el título que previamente había pertenecido a los emperadores romanos – “Pontificus Maximus”.



Se pueden dar muchos otros ejemplos, pero estos cuatro pueden ser suficientes para demostrar el verdadero origen de la Iglesia Católica. Desde luego, la Iglesia Católica Romana niega el origen pagano de sus creencias y prácticas. La Iglesia Católica disfraza sus creencias paganas bajo capas de complicada teología. La Iglesia Católica excusa y niega su origen pagano tras la máscara de la “tradición eclesiástica”. Reconociendo que muchas de sus creencias y prácticas son totalmente ajenas a la Biblia; la Iglesia Católica está forzada a negar la autoridad y suficiencia de las Sagradas Escrituras.



El origen de la Iglesia Católica es el trágico compromiso del cristianismo con las religiones paganas que la rodeaban. En vez de proclamar el Evangelio y convertir a los paganos, la Iglesia Católica “cristianizó” las religiones paganas, y “paganizó” el cristianismo. Al mezclar las diferencias y borrar las características distintivas, si, la Iglesia Católica se hizo a sí misma atractiva a la gente del imperio romano. Uno de los resultados fue que la Iglesia Católica se convirtiera en la religión suprema en el “mundo romano” durante siglos. Sin embargo, otro resultado fue la más dominante forma de apostasía del cristianismo del verdadero Evangelio de Jesucristo y la verdadera proclamación de la Palabra de Dios.


2 Timoteo 4:3-4 declara, “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.”

viernes, 14 de noviembre de 2014

CASA DE ORACIÓN TIEMPO DE COSECHA - CASA GRANDE



El pastor "Israel" desde Talara inicio esta obra en casa de nuestro Hno. Segundo Silva en el mes de Junio del 2014 luego se unieron al trabajo los hermanos y siervos del Señor: Hno. Jonathan Gerrero y Hno. Jesús Atoche. Gracias a las ofrendas de nuestros hermanos no hemos dejado de viajar e incluso ya contamos con equipos para los cultos. Hemos recibido a muchos amigos y hermanos heridos, incluso mal ensañados en cuanto a la doctrina del Señor, y esperamos llegar a más hogares necesitados de Cristo.

Gracias a Dios ya contamos con un local para predicar el evangelio del Señor en Casa Grande - Trujillo! Dios bendiga a los amigos de corazón generoso por prestarnos este ambiente para la obra del Señor Jesucristo.

Dirección    : 8 de Setiembre Manzana 9 Lote 9

Servicio : Sábados

Hora : 8:00pm

OREN SIEMPRE POR NOSOTROS

CORAZONES PASIVOS


Una manifestación desganada de Jesús en casa produce un corazón pasivo en los hijos

Es triste pero es verdad: muchos padres cristianos están enviando a sus hijos directos al infierno. El papá debe ser el sacerdote en el hogar. Y la madre también es un miembro del sacerdocio real de Dios. Así que, ¿a cuál de estos dos sacerdocios está manifestando: Sadoc o Eli?

Durante años he ministrado mucha gente a través de este medio, tuve conversaciones con muchos adolescentes con problemas de hogares cristianos. Estos muchachos estaban alejados completamente de la iglesia. No querían nada con la religión de sus padres. Hablaban de las fieras peleas de su papá y mamá, la obvia hipocresía, la chismografía horrible, los pecados secretos. Oían quejas y murmuraciones constantes sobre su ministro, miembros de la iglesia, y amigos de la familia.

Normalmente en tales casos, el papá era activo en la iglesia. Las personas lo veían tan dedicado y lleno de Jesús. Pero sus hijos sabían cómo leer su vida, y lo veían como era realmente: un farsante. Maltrataba a sus madres con lenguaje abusivo. O tenía guardado en secreto revistas pornográficas. O lo atraparon viendo videos sucios.

Tal padre sirve en el sacerdocio de Elí. No tiene autoridad espiritual. Y a su vez, no tiene respeto. Podría sermonear a sus hijos, o amenazarlos, o intentar exigir obediencia. Pero está gastando su aliento. Todo es en vano.

Vemos esto ilustrado en la vida de Elí. Elí tenía dos hijos llamados Ofni y Finees que también servían como sacerdotes. Dios llamó a estos hombres "hijos de Belial," o hijos del diablo. Tenían el atrevimiento de fornicar con las mujeres a la puerta del templo. Hasta traían a las prostitutas dentro de la casa de Dios. Pero Elí nunca trató con sus hijos acerca de su pecado. Nunca les habló más que una palabra vacía de precaución. Después de todo, él sabía que cualquier cosa que les dijera era en vano, debido a su propia pereza espiritual.

Hoy, más jóvenes cristianos que nunca son alcohólicos. Algunos padres llevan a sus adolescentes a las iglesia buscando ayuda. Muy a menudo, cuando hablan en privado los pastores con estos jóvenes, se ríen de la preocupación de sus padres acerca de la bebida. "Mi papá y mamá siempre tenían vino escondido," dicen. "Bebían y después oraban. Mis padres me expusieron a esta cosa. No empecé a beber por presión de mis compañeros. Me volví alcohólico en casa." Otros me dicen, "Mi papá siempre estaba detrás de mí porque fumo marihuana. Pero él bebe todo el tiempo. Eso es simplemente marihuana líquida.”


Más trágico aún, veo en estos jóvenes una pasividad hacia Jesús. Cuando el Espíritu se mueve durante los servicios de la iglesia en la predicación de pastores piadosos, se sientan inmóviles. El sermón puede estar convenciéndoles, pero los jóvenes permanecen intocables. Tengo que preguntarme: ¿Qué los endureció? ¿Cómo llegaron a estar tan desinteresados en las cosas de Dios? No son jóvenes profundamente corrompidos o aborrecedores de Dios. De hecho, muchos son de buen corazón y dadivosos. Pero, tristemente, sus vidas están completamente vacías espiritualmente. Sólo puedo concluir que no han visto una verdadera manifestación de Jesús en casa.

jueves, 13 de noviembre de 2014

LOS DOS TIPOS DE SACERDOCIOS


¿Cómo manifiestas a Jesús para que la conciencia de los inconversos sea tocada?

¿Cómo podemos brillar para llegar a ser una manifestación más brillante de la verdad? ¿Cómo pueden nuestras vidas llegar a ser imágenes claras de Jesús que produzcamos en otros una convicción y hambre de Dios?

Encontramos la clave en Ezequiel 44. Mientras Ezequiel mira proféticamente en los últimos días, ve dos tipos de sacerdocios que existen en la iglesia. Uno es el sacerdocio justo de Sadoc. Sadoc era un ministro piadoso que sirvió a Israel durante el reino de David. Y permaneció fiel a David en tiempos buenos y malos. La vida recta de Sadoc fue un ejemplo justo para todos los otros sacerdotes. 

El otro sacerdocio que Ezequiel ve en los últimos días es el sacerdocio de Elí. Elí era un sacerdote infiel que permitió que la corrupción entrara en la casa de Dios. Fue desobediente a la Palabra de Dios, suave con el pecado, perezoso acerca de la santidad. Y el ministerio bajo su responsabilidad fue corrompido por la sensualidad y el amor al mundo. Los estilos de vida de estos sacerdotes hicieron a los malignos aborrecieran las cosas de Dios y se burlaran de la adoración verdadera. El Señor llamó a este sacerdocio corrupto "…levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos" (Ezequiel 44:10).

Este sacerdocio de Elí representa a los cristianos comprometidos de estos últimos días. No tienen poder para tocar las conciencias de las personas. Y sus estilos de vida hacen que el maligno se aparte del Señor: "Fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad" (44:12). Estos creyentes carnales van a la iglesia y declaran ser seguidores de Cristo. Hasta creen que son parte de un sacerdocio santo. Pero su conversación y vida perdida son despreciables a los ojos de Dios.

Tales personas son manifestaciones inmundas de quién es Jesús. Los pecadores dicen de ellos, "Esa persona se llama así mismo cristiano. Pero cada vez que estoy cerca de él, está contando historias sucias. Siempre quiere hablar sobre las películas cochinas y violentas que ve. ¿Cómo puede ser un verdadero cristiano? Él no es nada como Jesús."

Tenga presente, Jesús nos llama "reyes y sacerdotes para Dios, su Padre" (Apocalipsis 1:6). Y el apóstol Pedro nos recuerda, "Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio. Sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo” (1 Pedro 2:9, 5). Le pregunto, ¿qué sacerdocio describe su vida: el sacerdocio del piadoso Sadoc, o el sacerdocio del corrupto Elí? Estos dos ministerios representan dos tipos de manifestaciones. Y representan a Jesús al mundo de dos maneras muy diferentes.


Pablo advirtió de dos evangelios diferentes: El evangelio de Cristo y "otro evangelio." Dijo que aquellos que manifiestan este "otro" evangelio habían sido hechizados. En alguna parte del camino, se apartaron de la verdad. Quizás se aferraron a un ídolo o se aferraron a un pecado secreto. Y ahora sus vidas comprometidas hacen que las personas rechacen su testimonio.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

CARTAS DE DIOS AL MUNDO


"No desmayamos, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios" (2 Corintios 4:1-2). El apóstol Pablo afirma que somos llamados a ser una manifestación de la verdad. Claro, sabemos que Jesús es esta verdad. Así que, ¿qué quiere decir Pablo cuando dice, en esencia, que debemos manifestar a Jesús?

Pablo está hablando aquí de una expresión visible. Una manifestación es una "brillantez" que hace algo claro y comprensible. Para abreviar, Pablo está diciendo que somos llamados a hacer a Jesús conocido y entendido a todas las personas. En cada una de nuestras vidas, debe haber una brillantez de la misma naturaleza y semejanza de Cristo.

Pablo toma este concepto de manifestar a Cristo más lejos. Él dice que actualmente somos cartas de Dios al mundo: "Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres" la carta de Cristo "escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón" (3:2-3). Nuestras vidas son cartas escritas por el Espíritu Santo y enviadas a un mundo perdido. Y somos leídos continuamente por aquellos alrededor de nosotros.

El hecho es que, Dios sabía que el maligno no leería o entendería su Palabra escrita. La mente carnal simplemente no puede comprender las cosas espirituales. Las considera tontas. Así que, en cambio, Dios ha enviado cartas personales a una humanidad inconversa. Sin embargo, estas cartas no son escritas con tinta o envueltas en cuero. Son Escrituras que viven, respiran, y caminan. Y representan el evangelio de Cristo que es "poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" (Romanos 1:16).

Vea, la razón por la que Dios envió al Espíritu Santo fue para manifestar a Jesús al mundo. El Espíritu constantemente habla de Cristo, haciéndolo claramente conocido al entendimiento humano. Él manifiesta a Jesús de muchas maneras. Pero Dios escogió dar a conocer a su Hijo a los pecadores de una manera más eficaz: revelándolo en cartas de carne y sangre, mensajes vivos que pueden ser leídos por todos.

¿Cómo, exactamente, llegamos a ser cartas de Dios al mundo? Sucede sólo por la obra del Espíritu. En el momento que somos salvos, el Espíritu Santo imprime en nosotros la misma imagen de Jesús. Y continúa formando esta imagen en nosotros, en todo momento. La misión del Espíritu es formar en nosotros una imagen de Cristo que sea tan verdadera y exacta que, perforará la conciencia de las personas.

El Espíritu Santo logra esto tomando nuestros corazones redimidos y nuestros cuerpos rendidos y nos acerca continuamente a la presencia de Jesús. En la presencia de nuestro Señor, somos transformados. Y por ende, nos sentimos obligados a una vida santa, una conversación santa, y a un estilo de vida santo.

Y cuando pasamos más tiempo con él, su imagen en nosotros aumenta. Finalmente, nuestras vidas llegan a ser tal manifestación poderosa de Jesús que aquellos a nuestro alrededor son tocados y movidos.

Qué palabra increíble Pablo nos ha dado aquí. Él está diciendo que es posible llegar ser tales luces brillantes de Cristo que literalmente impactamos las conciencias de las personas. "Sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios" (2 Corintios 4:2). Debemos ser como Jesús a través de la persona del Espíritu Santo, reflejando su pureza, que otros no pueden evitar ser convencidos de pecado. La imagen de Cristo en nosotros golpea a través de cada pared que ellos han erigido - todo ídolo, pecado y maldad - y toca la conciencia.


Ahora, Pablo no está hablando aquí de predicar o testificar. Él no menciona nada acerca de repartir tratados religiosos o tener reuniones de avivamiento. Claro, que tales esfuerzos evangelísticos son importantes. Aún, ninguna de estas herramientas puede por sí mismas tocar las conciencias chamuscadas de los pecadores malignos. Es posible usar estas cosas para la evangelización, y aún así no producir una penetrante manifestación de Cristo.

Considera las palabras de Jesús sobre este asunto. Nos dice que es posible tomar parte en manifestaciones milagrosas que no son verdaderas manifestaciones de él: "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:22-23).

Esto demuestra que en el día de Jesús las personas vieron grandes manifestaciones: los hombres echaron fuera demonios, sanaron enfermos, realizaron milagros. Y las multitudes se reunieron para ser testigos de estas cosas. Aún así, tales manifestaciones no siempre tocaron las conciencias de las personas. ¿Por qué? Aquellos que los realizaron no siempre tenían la semejanza de Jesús. Por consiguiente, no podrían “recomendarse a sí mismos" a las necesidades más profundas del corazón de las multitudes. Las manifestaciones que estas personas trajeron no eran de Cristo, sino señales y maravillas de la carne.

Puedes preguntar, “¿Está implicando que Dios no puede alcanzar las conciencias de los inconversos a través de la predicación y la evangelización?" Claro no estoy diciendo eso. Nuestro Dios puede alcanzar a cualquier persona, a través de cualquier medio que él escoja. Pero lo hace con una condición: que los individuos que anuncian su evangelio vivan una manifestación de la verdad. Una persona podría ser un portavoz elocuente o el predicador con más conocimiento Bíblico sobre la tierra. Pero esas cosas no importarán una pizca si no tiene un caminar íntimo con Jesús. Si la presencia de Cristo no nos ha cambiado en su imagen, somos sólo un címbalo resonando.

Por toda esta nación, los cristianos están orando por avivamiento. Muchos esperan que el Espíritu Santo caiga en su comunidad y multitudes sean convertidos. Quieren ver a Dios barrer a los pecadores hacia sus iglesias y llenar los asientos. Pero este tipo de oración puede ser una evasión. A menudo, cuando el avivamiento no llega, las personas claman, "No es culpa nuestra. Ayunamos y oramos. Recorremos el área con invitaciones. Pero Dios no decidió enviar el avivamiento. Es su problema, no el nuestro. Ponen la responsabilidad completamente en el Señor.

Creo que Dios responde, "Oh no, no jugaré ese juego. Tomarás responsabilidad personal por testificar de mí. Quiero que cada miembro de mi cuerpo sea una brillante manifestación de mi Hijo. Eres responsable de cómo me das a conocer, a tu familia, amigos, vecinos y compañeros de trabajo."

martes, 11 de noviembre de 2014

LA CIUDAD CON CIMIENTOS


Aquel país celestial – la ciudad con cimientos, buscada por generaciones antes de nosotros – es el lugar donde vivimos ahora

Ese lugar, esa ciudad, esta en Cristo por fe. El descanso que nuestros padres anhelaban se encuentra en él. Hoy hemos recibido la promesa que ellos tan solo podía ver y abrazar de lejos por fe.

Jesús dijo, “Vuestro padre Abrahán se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró.” (Juan 8:56). Abrahán vio el día cuando Cristo vendría a la tierra y construiría el cimiento que él imaginó. Y el patriarca se regocijo al saber que un pueblo bendecido viviría en ese día. Él sabía que ellos disfrutarían acceso ininterrumpido a una conversación celestial y comunión con Dios.

Hoy, sin embargo, muchos cristianos están perdiendo esta promesa por completo. En su lugar, viven en un tumulto innecesario. Se apresuran de aquí para allá, tratando de trabajar una fe que “de resultados.” Están constantemente atrapados en un correr de actividades, haciendo cosas para Dios que al final son simplemente gravosas o cargas. Ellos nunca están en descanso pleno en Cristo. ¿Por qué? Ellos simplemente no se encierran con el Señor, para pasar un tiempo callado a solas con él.

Si estas enamorados de alguien, queremos estar en la presencia de esa persona. Ambos quieren compartir de sí mismos con el otro, abriendo sus corazones y siendo íntimos. Lo mismo es cierto de nuestra relación con Jesús. Si le amamos, debemos estar pensando constantemente, “Quiero estar contigo mi Señor. Quiero disfrutar su presencia. Así que me voy a acercar a él, y voy a esperar en su presencia hasta que sepa que él esta satisfecho. Me quedare hasta que le escuche decir, “Vete ahora, y regocíjate en mi amor.”

En días recientes, he escuchado la voz queda y quieta del Señor susurrarme algo después de mis tiempos de oración con él. Él dice, “Israel, por favor no te vayas todavía. Quédate conmigo. Son tan pocos los que tienen comunión conmigo, tan pocos los que me aman, tan pocos los que se quedan a escuchar mi corazón. Y yo tengo tanto que compartir.” Es casi un clamor, una suplica que escucho en su voz.

Entonces el Señor me dice, “Déjame mostrarte donde encuentro tu fe, Israel. Es cuando vienes a mí. Es tu esperar por mí, ministrarme, hasta que escuchas y conoces mi corazón.”

“Tu fe esta en tu deseo creciente de venir a mi presencia. Es en tu expectativa a nuestro próximo tiempo junto. Es en ese sentido que has desarrollado, que estar a solas conmigo es el gozo de tu vida.”

“Ya no es pesado para ti acercarte a mí, ya no es una labor difícil. Ahora ansias ese tiempo todo el día. Tu sabes que cuando tus labores han terminado, vas a venir a mi, para alimentarme y tener comunión conmigo.” Esto es fe verdadera.

lunes, 10 de noviembre de 2014

LA VERDADERA FE ANTE DIOS

FOTO OBRA CASA GRANDE TRUJILLO

Sin intimidad, tu fe no es una fe verdadera a los ojos de Dios

Marcos 4 relata una historia con Jesús y sus discípulos en un barco, sacudidos por una tormenta en el mar. Al entrar en la escena, Cristo ha calmado las olas con una sola orden. Ahora el se vuelve a sus discípulos y les pregunta, “¿Cómo no tenéis fe?” (Marcos 4:40).

Quizás pienses que esto suena severo. Era humano tener temor en una tormenta como esa. Pero Jesús no los reprendía por esa razón. Mas bien, el les estaba diciendo, “Después de todo este tiempo conmigo, aun no saben quien soy. ¿Cómo es posible que caminen conmigo por tanto tiempo, y que no me conozcan íntimamente?”

En realidad, los discípulos estaban pasmados por el extraordinario milagro que Jesús acababa de hacer. Las Escrituras dicen, “Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: --¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?” (4:41).

¿Puedes imaginártelo? Los mismos discípulos de Jesús no le conocían. Él había llamado personalmente a cada uno de estos hombres para que le siguiera. Y ellos habían ministrado a su lado, a multitudes de gentes. Ellos habían hecho milagros de sanidad, y habían alimentado una concentración grande de gente hambrienta. Pero aun eran extraños acerca de quien realmente era su Maestro.

Trágicamente, lo mismo es cierto hoy. Multitudes de cristianos han viajado en el barco con Jesús, han ministrado a su lado, y han alcanzado multitudes en su nombre. Pero realmente no conocen a su Maestro. No han pasado un tiempo de intimidad con él. Nunca se han sentado calladamente en su presencia, abriendo su corazón a él, esperando y escuchando para comprender lo que él quiere decirles.

Vemos otra escena acerca de la fe de los discípulos en Lucas 17. Los discípulos fueron a Jesús, pidiendo, “¡Auméntanos la fe!” (Lucas 17:5).

Muchos cristianos hacen la misma pregunta en la actualidad: “¿Cómo puedo aumentar mi fe?” Pero no buscan al Señor por sí mismos por su respuesta. Al contrario, se apresuran a seminarios que afirman enseñarles a creyentes como aumentar su fe. O, compran un montón de libros que ofrecen diez pasos rápidos para aumentar la fe. O, viajan cientos de millas para escuchar conferencias acerca de la fe por evangelistas y maestros prominentes.

Te puedo decir sin lugar a dudas, que nunca aumentaras tu fe en estas formas. Si quieres que tu fe aumente, tienes que hacer lo mismo que Jesús le dijo a sus discípulos en este pasaje. ¿Cómo contestó él a su pedido por fe? “…vístete adecuadamente, y sírveme hasta que haya comido y bebido;…” (17:8).

Jesús estaba diciendo, en esencia, “Ponte tu vestidura de paciencia. Entonces ven a mi mesa y come conmigo. Quiero que me alimentes allí. Tú felizmente trabajas para mí todo el día. Ahora quiero que tengas comunión conmigo. Siéntate conmigo, abre tu corazón, y aprende de mí. Hay tantas cosas que deseo hablar a tu vida.”


No te conformes con más explicaciones teológicas de la fe. No busques más pasos para obtenerla. Vete a solas con Jesús, y permite que el comparta su corazón contigo. La fe verdadera nace en la habitación secreta de oración intima. Así que, ve a Jesús y aprende de él. Sí pasas tiempo de calidad en su presencia, seguro que la fe vendrá. Él hará nacer la fe en tu alma como nunca la conociste. Créemelo, cuando escuches su voz queda, la fe explotara dentro de ti.

domingo, 9 de noviembre de 2014

SEPARADOS DE ESTE MUNDO



El resultado de la intimidad no es tan solo un afecto cercano por el Señor,
sino que también una creciente separación de este mundo


Mientras más cerca estamos de Cristo, más grande nuestro deseo de vivir totalmente en su presencia. Además, comenzamos a ver más claramente que Jesús es nuestro único y verdadero fundamento.

La Biblia nos dice que Abrahán, “porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” (Hebreos 11:10). Para Abrahán, nada en esta vida era permanente. Las Escrituras dicen que el mundo era “un lugar extraño” para él. No era un lugar donde echar raíces.

Sin embargo, Abrahán no era un místico. El no era un ascético con aires de santidad y vivía en una neblina espiritual. Este hombre vivió una vida sencilla, profundamente involucrado en los asuntos del mundo. Después de todo, él era dueño de miles de cabezas de ganado. Y él tenía suficientes sirvientes como para formar una pequeña milicia. Abrahán tuvo que ser un hombre muy ocupado, dirigiendo a sus sirvientes y comprando y vendiendo ganado, ovejas y chivos.

Todavía, de alguna manera, a pesar de sus muchos asuntos de negocios y responsabilidades, Abrahán encontró tiempo para tener intimidad con el Señor. Y porque él caminaba bien cerca con Dios, estaba cada vez más insatisfecho con este mundo. Abrahán era rico, prospero, con suficientes cosas buenas para mantenerlo ocupado. Sin embargo, nada en esta vida podía distraerlo de anhelar por la ciudad celestial que estaba adelante. Cada día, él anhelaba más y más estar cerca de ese mejor lugar.

La ciudad celestial por la cual Abrahán sentía anhelo no era un lugar literal. Más bien, era estar en casa con el Padre. Veras, la palabra hebrea para esta frase, “ciudad celestial” es Pater. Sale de la palabra raíz que significa Padre. Así que la ciudad celestial que Abrahán buscaba era, literalmente, un lugar con el Padre.

¿Que significa esto para nosotros hoy en día? Significa que movernos hacia esa ciudad celestial no es tan solo acerca de lograr el cielo alguno día en el futuro. Es acerca de anhelar experimentar diariamente la presencia del Padre ahora mismo.

El libro de Hebreos nos dice que los cuatro hombres que mencione – Abel, Enoc, Noé y Abrahán – murieron en fe (ver Hebreos 11). Cada hombre estaba separado del espíritu del tiempo en que vivían. Y cada uno estaba buscando una ciudad diferente. El mundo simplemente no era su hogar.

Sin embargo, esto no significaba que ellos estaban esperando hasta llegar al cielo para disfrutar de cercanía con el Padre. Al contrario, como peregrinos pasando por esta vida, ellos continuamente buscaban la presencia de Dios. Nada en este mundo podía detenerlos de seguir adelante, buscando un caminar más profundo y cercano con el Padre.

Por sus fieles ejemplos, estos hombres estaban diciendo, “Estoy buscando un lugar mas cercano a mi Padre. Y ese lugar esta más allá de lo que este mundo tiene que ofrecer. Aprecio los muchos dones santos que Dios me ha dado en mi amada familia y piadosas amistades. Nada en este mundo puede reemplazar el amor que tengo por ellos. Pero yo se que existe un amor mas grande para ser experimentado con el Padre.”

Hebreos 11 habla de muchos otros quienes su caminar de fe agrado al Señor. Por fe, estos siervos obraron grandes milagros e hicieron muchas cosas asombrosas. Y mientras examinamos sus vidas, vemos que ellos también compartieron un denominador común: ellos abandonaron este mundo y sus placeres para caminar más cerca con Dios.



¿Puedes hacer esta misma declaración? ¿Tu corazón anhela un caminar más cercano con el Señor? ¿Existe una creciente insatisfacción en ti con las cosas de este mundo? O, ¿esta tu corazón atado a las cosas temporales?

viernes, 7 de noviembre de 2014

EL PATRÓN BÍBLICO DE LA INTIMIDAD


Hebreos 11 habla de un patrón Bíblico de intimidad

Mientras leemos Hebreos 11, encontramos un denominador común en las vidas de las personas mencionadas. Cada uno tenía una característica particular que denota la clase de fe que Dios ama. ¿Cuál era este elemento? Su fe nació de una intimidad profunda con el Señor.

El hecho es, que es imposible tener una fe que agrada a Dios sin compartir intimidad con él. ¿Que quiero decir con intimidad? Estoy hablando de una cercanía al Señor que sale de añorarlo. Esta clase de intimidad es un vínculo personal, una comunión. Viene cuando deseamos al Señor más que cualquier otra cosa en esta vida.

Miremos tan solo cuatro ejemplos de siervos llenos de fe que caminaron cerca de Dios, como fueron mencionados en Hebreos 11:

1. Nuestro primer ejemplo es Abel. Las Escrituras declaran, “Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.” (Hebreos 11:4).

Segundo, Abel tuvo que construir un altar al Señor, en el lugar donde hacia sus sacrificios. Y el no ofrecía tan solo corderos sin mancha para el sacrificio, sino que también la grosura de esos corderos. Las Escrituras nos dicen, “También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grosura de los mismos.” (Gen. 4:4).

¿Que significa la grosura aquí? Le libro de Levítico dice lo siguiente de la grosura, “Es una comida, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato. Toda la grasa pertenece al Señor.” (Lev. 3:16). En resumen, la grosura en comida para Dios.

Veras, la grosura era la parte del sacrificio que hacia ascender un aroma dulce. Esta parte del animal se encendía rápidamente y era consumido, trayendo un aroma dulce. El Señor dijo acerca de la grosura, “Éste será un estatuto perpetuo para los descendientes de ustedes, dondequiera que habiten: No se comerán la grasa ni la sangre.” (3:17). La grosura es del Señor.

“Es una comida, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato. Toda la grasa pertenece al Señor.” (Levítico 3:16).

Aquí la grosura es como un tipo de oración o comunión que es aceptable a Dios. Representa nuestro ministerio al Señor en la habitación secreta de oración. Y el Señor mismo dice que tal adoración íntima sube a él como un aroma de dulce sabor.

La primera cita acerca de este tipo de adoración en la Biblia es por Abel. Abel permitió que el sacrificio y la grosura fueran consumidos en el altar del Señor. Eso significa que él esperó en la presencia de Dios hasta que su sacrificio subió al cielo.

Por esta razón Abel aparece en la lista de la sala de la fe en Hebreos 11. Él es el tipo de siervo que estaba en comunión con el Señor, ofreciéndole a él lo mejor que tenia. Como Hebreos declara, el ejemplo de Abel vive hoy como testimonio de una fe viviente y verdadera: “…estando muerto, todavía habla.” (Hebreos 11:4).

¿Cómo obtuvo Abel tal fe? Piensa en las asombrosas conversaciones que este joven escucho entre sus padres, Adán y Eva. La pareja obviamente hablaba de sus primeros días en el jardín con el Señor. Sin duda, ellos mencionaron sus tiempos de comunión maravillosa con Dios, caminando y hablando con él durante el atardecer.

Imagínate lo que pasaría por la mente de Abel mientras él escuchaba estas historias. Probablemente, pensó, “Que maravilloso debió ser. Mi padre y mi madre tuvieron una relación viva con el Creador mismo.”

Mientras Abel consideraba esto, quizás tomo una decisión en su corazón: determino que no viviría de la historia de sus padres. No se podía conformar con una mera tradición pasada a él. Él necesitaba tener su propio toque de Dios.

Podría ser que Abel se dijo a sí mismo: “No quiero escuchar mas acerca de experiencias pasadas con el Señor. Quiero conocerlo ahora por mí mismo, hoy. Quiero una relación con él, tener compañerismo y comunión con él.”

Esta es la misma clase de “grosura” que debemos ofrecerle a Dios hoy. Como Abel, debemos darle lo mejor de nuestro tiempo, en nuestra habitación secreta de oración. Y debemos pasar suficiente tiempo allí, en su presencia, permitiéndole que consuma nuestras ofrendas de adoración y compañerismo íntimo.

Ahora, compara la ofrenda de Abel con la de su hermano, Caín. Caín le llevó fruta al Señor, una ofrenda que no requería un altar. No hubo grosura, ni aceite, nada para ser consumido. Como resultado, no hubo aroma dulce que subiera al cielo.

En otras palabras, no hubo intimidad, ningún intercambio personal entre Caín y el Señor. Ves, Caín llevó un sacrificio que no requería que el se quedara en la presencia de Dios, buscando su compañerismo. Por esta razón las escrituras dicen que la ofrenda de Abel fue, “más excelente” que la de Caín.

Ahora bien, no se equivoque: Dios honró el sacrificio que Caín le llevo. Pero el Señor mira el corazón, y él sabia que Caín no añoraba estar en su presencia. Eso estaba claro por el sacrificio que Caín escogió para ofrecerle.

En mi opinión, Caín representa a muchos cristianos en la actualidad. Tales creyentes van a la iglesia cada semana, adorando a Dios y pidiéndole que les bendiga y prospere. Pero ellos no tienen deseos por intimidad con el Señor. Ellos quieren que su Padre celestial les conteste sus oraciones, pero no desean una relación con él. Ellos no buscan su rostro, ansían su cercanía, ni añoran su comunión. Como Caín, ellos simplemente no tienen deseos de quedarse en su presencia.

Por contraste, el siervo intimo y fiel busca el toque de Dios en su vida. Como Abel, no se conformara con menos. Este siervo se dice a sí mismo, “He determinado darle al Señor todo el tiempo que él requiera de mí en compañerismo. Ansió escuchar su voz suave y queda hablándome. Así que me voy a quedar en su presencia hasta que él me diga que esta satisfecho.”

2. Enoc también disfruto de un compañerismo cercano con el Señor. En efecto, su comunión con Dios fue tan intima, que el Señor le trasladó a la gloria con el mucho antes que su vida hubiera terminado en la tierra. “Por la fe Enoc fue sacado de este mundo sin experimentar la muerte; no fue hallado porque Dios se lo llevó, pero antes de ser llevado recibió testimonio de haber agradado a Dios.” (Hebreos 11:5).

¿Por que el Señor escogió trasladar a Enoc? Las palabras de apertura de este verso nos dicen claramente porque: fue a causa de su fe. Además, la frase de cierre nos dice que la fe de Enoc agradó a Dios. La palabra raíz griega para agradar aquí significa plenamente unidos, completamente de agradable, en unidad total. En resumen, Enoc tuvo la comunión más cercana posible con el Señor que cualquier ser humano pudo disfrutar. Y este compañerismo íntimo era agradable a Dios.

La Biblia nos dice que Enoc comenzó a caminar con el Señor después que engendro a su hijo, Matusalén. Enoc tenía sesenta y cinco años en ese tiempo. El entonces pasó los próximos 300 anos compartiendo con Dios íntimamente. Hebreos aclara que Enoc estaba tan en contacto con el Padre, tan cerca de él durante horas de comunión, que Dios decidió llevarlo a casa con él. El Señor le dijo a Enoc, en esencia, “No puedo mas contigo en la carne. Para aumentar mi intimidad contigo, tengo que traerte a mi lado.” Así que Dios se lo llevo volando a la gloria.

Según las Escrituras, fue la intimidad de Enoc que tanto agrado a Dios. A nuestro conocimiento, este hombre nunca obró un milagro, nunca desarrollo una teología profunda, y nunca hizo grandes obras dignas de ser mencionadas en las Escrituras. En su lugar, leemos esta simple descripción de la vida de este fiel hombre: “Enoc caminó con Dios.”
Enoc tuvo comunión intima con el Padre. Y su vida es aun otro testimonio de lo que significa caminar verdaderamente en fe.

3. Nuestro próximo ejemplo de un caminar de fe cercano con Dios es Noé. Hebreos nos dice, “Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe.” (Hebreos 11:7).

Mientras leemos la historia de este hombre en Génesis, descubrimos que “Más Noé halló gracia ante los ojos del Señor.” (Gen. 6:8). El próximo verso nos dice como él encontró gracia: “…Noé andaba con Dios” (6:9). Claramente, Noe conocía la voz de Dios. Cada vez que el Señor le hablaba, él obedecía. Una y otra vez leemos, “Entonces Dios dijo a Noé…” y “…Noé hizo conforme a todo lo que el Señor le había mandado.” (Ver 6:13, 22; 7:1, 5; 8:15, 18).

Trata de imaginarte el tiempo que Noé habrá pasado a solas con Dios. Después de todo, él tenía que recibir instrucciones detalladas del Señor acerca de cómo construir el arca. Sin embargo, la intimidad de Noé con Dios fue mas allá de la dirección que recibió. Las Escrituras dicen que el Señor compartió su corazón con Noé, mostrándole la maldad en los corazones humanos. Y él le reveló sus planes a Noé para el futuro de la humanidad.

4. Abrahán también compartió un compañerismo íntimo con el Señor. Considera la forma en que Dios mismo describió su relación con este hombre: “…Abrahán, mi amigo” (Is. 41:8). De igual manera, el Nuevo Testamento nos dice, “Creyó Abraham a Dios…” “…y fue llamado amigo de Dios.” (Stgo. 2:23).

Que increíble elogio, ser llamado el amigo de Dios. Muchos cristianos han cantado el himno muy conocido, “Que amigo tengo en Jesús.” Estos pasajes bíblicos hacen llegar esa verdad con poder. Tener al Creador del universo llamar a un hombre su amigo parece algo que va mas allá de la comprensión humana. Sin embargo, esto sucedió con Abrahán. Es una señal de la gran intimidad de este hombre con Dios.


La palabra hebrea que Isaías usa para amigo aquí significa afecto y cercanía. Y en griego, las palabras de Santiago para amigo significan un asociado querido y cercano. Ambas insinúan una intimidad profunda y compartida.

jueves, 6 de noviembre de 2014

CUANDO VENGA, ¿ENCONTRARÁ FE?


La fe que no se produce en el lugar secreto con Dios, no es verdadera fe

Siempre quedo pensativo por la pregunta que Jesús hace en Lucas 18:8: “…No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?” ¿A que se refería el Señor con esto? Mientras observo la iglesia de Jesucristo hoy en día, pienso que ninguna otra generación ha estado tan centrada en la fe como la nuestra.

Todos el mundo parece estar hablando de la fe. Abundan los sermones sobre el tema. Clases y conferencias toman lugar por todo el mundo acerca de la fe. Libros sobre el tema llenan los libreros de las librerías cristianas. Multitudes de cristianos a tropel asisten reuniones para ser levantados y entusiasmados por un mensaje acerca de la fe.

En la actualidad, existen predicadores de fe, maestros de fe, movimientos de fe, hasta iglesias de fe. Claramente, si existe un tipo de especialización de temas tomando lugar hoy en la iglesia, es sobre el asunto de la fe.

No obstante, tristemente, lo que la mayoría de las personas consideran como fe en la actualidad no es fe en absoluto. En efecto, Dios rechazara mucho de lo que es llamado y practicado como fe. Simplemente no lo aceptara. ¿Por que? Es una fe corrompida.

En la actualidad, muchos predicadores totalmente humanizan el tópico de la fe. Ellos describen la fe como si tan solo existiera para ganancia personal o para llenar necesidades propias. He escuchado a algunos pastores decir, “La fe no es acerca de pedirle a Dios lo que necesitas. Es acerca de pedirle lo que sueñas. Si lo puedes soñar, lo puedes tener.”

La fe que estos hombres predican esta atado a la tierra, arraigado en este mundo, materialista. Anima a los creyentes a orar, “Señor, bendíceme, prospérame, dame.” No consideran las necesidades de un mundo perdido. No puedo enfatizarlo lo suficiente: esta clase de fe no es la que Dios esta deseando de nosotros. No puedo ser acerca de ganancia sin santidad.

Existe una doctrina de fe particularmente peligrosa que esta siendo defendida hoy en día. Esta afirma que los creyentes más santos son aquellos que han “trabajado su fe” para obtener una vida cómoda para sí mismos. Según esta doctrina, las personas que debemos emular son aquellas que conducen los autos más grandes y caros, y son dueños de las casas más grandes y lujosas.

Esto es una herejía absoluta. Si fuera así, entonces los creyentes más santos fueran aquellos que estafan a los demás en sus finanzas. Significaría que nuestra concentración diaria seria buscar cada oportunidad para ganancia propia. Eso simplemente no es el evangelio de Jesucristo.

“…No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).

Sin embargo, mi enfoque en este mensaje no es acerca de predicadores de prosperidad ni doctrinas de ganancia personal. Es acerca de aquellos que verdaderamente aman a Jesús, y quieren vivir por fe en una forma que le agrada a él. Mi mensaje a tales creyentes es este: toda fe verdadera nace de intimidad con Cristo. En efecto, si tu fe no sale de esa intimidad, no es fe a su vista.

Las escrituras nos hablan de una fe viva, y una fe muerta. Muéstrame tu fe sin obra y yo te mostraré mi fe por sus obras, la fe verdadera obra. Es decir, transforma al creyente, lo lleva a vivir piadosamente y esto hermanos se consigue en el lugar secreto, en la intimidad con Dios. Me dirás: "Siervo Israel, otra vez con lo mismo? Que acaso todo surge de ello?...." Yo les respondo: Si y no sólo surge de ello, se sostiene de creer, depende de ello. De  cuanta hambre tengamos de satisfacer los deseos de Dios, de agradarle y servirle, esa fe en obediencia y santidad. Esa es la fe que Él quiere encontrar cuando vuelva por nosotros. La fe que nos lleva a anhelar más estar con El, que seguir en este mundo materialista y vacío.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿BUSCAS CONOCER SU VOZ?


¿Has buscado conocer la voz de Jesús?

¿Has sido enseñado por Jesús en tu habitación secreta de oración? ¿Le has buscado por cosas que no puedes recibir de los libros o maestros? ¿Te has sentado calladamente en su presencia, esperando oír su voz? La Biblia dice que toda la verdad está en Cristo. Y sólo él puede impartírtela, a través de su bendito Espíritu Santo.

Una pregunta puede levantarse ahora en tu mente: “¿No es peligroso abrir mi mente a una voz quieta y queda? ¿No es por eso que tantos cristianos entran en problemas? El enemigo viene e imita la voz de Dios, diciéndoles que hagan o crean alguna cosa ridícula. Y terminan engañados. ¿No es la Biblia la única voz que se supone que consideremos? ¿Y no es el Espíritu Santo nuestro único maestro?"
Aquí está lo que creo en este asunto:

  1. Como el Padre y el Hijo, el Espíritu Santo es una persona inconfundible, viviente, poderosa, inteligente, y divina en sí mismo. Él no es una persona de carne, sino de espíritu, una personalidad en su propio derecho. Y él gobierna la iglesia. Él trae el orden divino, consuela al herido, fortalece al débil, y nos enseña las riquezas de Cristo.
  2. La Escritura llama al Espíritu Santo el Espíritu del Hijo: "Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo" (Gálatas 4:6). También es conocido como el Espíritu de Cristo: "Qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos" (1 Pedro 1:11). "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Romanos 8:9). Está claro que el Espíritu de Dios y el Espíritu de Cristo son uno y el mismo. Cristo es Dios, y el mismo Espíritu emana de ambos. El Espíritu Santo es la esencia de ambos Padre e Hijo, y es enviado por ambos.
  3. Hay una forma en que podemos ser protegidos de la decepción durante la oración profunda y escrutadora. Nuestra protección está en esperar. La voz de la carne siempre tiene prisa. Quiere la satisfacción instantánea, así que no tiene paciencia. Siempre se enfoca en el yo en lugar del Señor, siempre buscando apresurarnos de la presencia de Dios.

Ahora, la voz del enemigo es paciente, pero sólo hasta cierto punto. Puede ser suave, dulce, segura y lógica. Pero si la probamos simplemente esperando - es decir, no actuando enseguida, probándola para ver si es la voz del Señor - se impacientará y se expondrá. Repentinamente se pondrá fea y exigente, gritándonos y condenándonos. Entonces podemos saber que no es la voz de Dios.

Por eso es que la Biblia dice una y otra vez, "Espera en el Señor… espera en él… espera." Es durante nuestra espera que estas otras voces son expuestas, o se cansan y se van. Debemos a esperar, esperar, esperar, para que tanto el cielo y el infierno sepan que no nos rendiremos hasta el Señor tome control.
Vemos esto demostrado en Jeremías 42. Un remanente del pueblo de Dios vino a Jeremías buscando una palabra de dirección del Señor. Así que el profeta fue a la oración. Entonces, "Aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías" (Jeremías 42:7). En el décimo día, Dios finalmente habló a Jeremías. El profeta había esperado pacientemente hasta saber que estaba oyendo la voz de Dios.

También somos protegidos de otra forma: debemos medir todo lo que oímos por la Biblia. Y no debemos aceptar nada si no se conforma a la Palabra de Dios. Recuerdo que su voz vino a mi por sueños, siempre respaldada en las escrituras, El nunca se contradice, y en mis tiempos de oración puedo sentir que me dirige, siempre estoy esperando oír su voz, otras voces vienen, a través de amigos, familiares, hermanos de fe que creen tener la palabra para dirigir mis pasos, decisiones e incluso alguna tratan de decirme lo que debo predicar tal día. Recuerdo que en una invitación, el pastor de una iglesia me dijo: "predique esto..." y en otra oportunidad; "no hable de esto.,,".

El caso es que no me dejo llevar por ninguna voz que no venga del Señor, como ministro debo depender sólo de la dirección de Dios, por su palabra y su espíritu. No me mal interpreten, se recibir de hombres de Dios cuando hablan verdad, cuando digo no otra voz me refiero a lo que Pablo expreso; "...este evangelio no me lo reveló el hombre", aunque tuve un pastor (que se aparto del camino), y en su buen tiempo aprendí de lo que predicaba, su vida no me decía lo mismo, decía lo que no hacía. Entendí que no podía recibir revelación de la carne.

Puedes escuchar desde cualquier púlpito buenos mensajes, predicadores elocuentes, con mucho estudio, pero sólo a los pies del Señor en tu aposento en lo secreto donde Dios te revela su corazón, es allí donde le conocerás y aprenderás de El. 


Así que, sí, querido santo, tal caminar es posible, dirás; "suena tan fácil Pastor Israel..." Depender de su voz es el mejor camino, escuchar al hombre sólo te traerá frustración. Como pastor le digo al pueblo: Escuchen al Espíritu Santo por la palabra que se les predica, pero también escúchenle en la intimidad cuando confirma lo que te es enseñando. Que llegue a ser nuestra santa obsesión.

EL CIELO PARA LOS CREYENTES

martes, 4 de noviembre de 2014

HOY POCO SE PREDICA CON REVELACIÓN


¿Por qué hay tan poca de la revelación de Jesucristo siendo predicada hoy?

Hay veintenas de ministros bien entrenados hoy, hombres altamente respetados de aprendizaje avanzado. Han pasado años en el seminario, estudiando teología, filosofía y ética. Y han sido enseñados por maestros dotados, hombres estimados que son expertos en sus campos.

Pero cuando muchos de éstos ministros entrenados se colocan en el púlpito para predicar, hablan sólo palabras vacías. Pueden decirte muchas cosas interesantes sobre la vida y ministerio de Cristo. Pero lo que dicen deja tu espíritu frío. ¿Por qué? No tienen una revelación de Jesús, ninguna experiencia personal con él. Todo lo que saben de Cristo ha sido filtrado a través de las mentes de otros hombres. Su perspicacia son enseñanzas meramente prestadas.

Pablo estaba realmente preguntando a los Efesios, "¿Cómo aprendieron a Cristo?" En otras palabras: ¿quién les enseñó lo que saben de Jesús? ¿Vino de los muchos sermones que han oído o de sus clases de Escuela Dominical? Si es así, eso es bueno. ¿Pero ése es el límite de lo que conocen de Cristo? No importa cuán poderosamente su pastor puede predicar, o cuán ungidos puedan estar sus maestros. Ustedes necesitan más de Jesús que el simple conocimiento intelectual.

Muchos creyentes están satisfechos con lo que llamo una inicial, una primera revelación del poder y gracia salvadora de Cristo. Ésta es la única revelación de Jesús que han tenido. Testifican, "Jesús es el Mesías, el Salvador. Él es el Señor, el Hijo de Dios." Todo verdadero creyente experimenta esta maravillosa revelación que cambia la vida. Pero ése es sólo el primer paso. Lo que queda delante es una vida de revelaciones más profundas, más gloriosas de Cristo.

Pablo sabía esto. Él recibió una revelación increíble de Jesús en el camino a Damasco. Pablo fue tumbado literalmente de su caballo, y una voz le habló desde el cielo. Ninguna persona alguna vez tuvo una revelación más personal de Cristo que esta. Pero Pablo sabía que esto era sólo el principio. Desde ese momento en adelante, "me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado" (1 Corintios 2:2).

Mateo proporciona un ejemplo contundente de una revelación de una vez de Cristo. Jesús acababa de entregar una enseñanza dura a las multitudes, y muchas personas volvieron atrás. Así que Jesús reunió a sus discípulos y preguntó "¿Quien decís que soy yo? Simón Pedro contestó y dijo, Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:15-16).

Jesús declaró, “Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre qué está en los cielos" (16:17). Cristo estaba diciendo, "No obtuviste esta revelación sólo por caminar conmigo, Pedro. Mi Padre te lo reveló desde el cielo." Para abreviar, Pedro recibió la revelación gloriosa, inicial que viene a todos los que creen. La gloria de la salvación de Cristo estaba siendo revelada en él.

Pero luego, leemos, "Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo" (16:20). ¿Por qué Jesús dijo esto? ¿El cielo mismo no había anunciado que él era el Cordero de Dios que vino a salvar al mundo?

El hecho es, los discípulos no estaban listos para testificar de él cómo el Mesías. Su revelación de él estaba incompleta. No sabían nada de la cruz, el camino del sufrimiento, las profundidades del sacrificio de su Maestro. Sí, ellos ya habían sanado enfermos, expulsado demonios y testificado a muchos. Pero aunque habían estado con Jesús durante esos años, todavía no tenían ninguna revelación profunda y personal de quién él era.



El siguiente versículo confirma esto: "Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos… " (16:21). En otras palabras, Cristo comenzó a revelarse a ellos, mostrándoles cosas más profundas acerca de si mismo. El resto del versículo continúa, "… que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día" (16:21).

Hoy son muy pocos los ministros que tienen un continuo aumento en su revelación de Jesús, lo que es más penoso muchos reciben sus revelaciones para predicar de otros púlpitos, les vemos por la televisión en grandes congresos internacionales apuntando para "palabra sabia" de sus profetas y apóstoles favoritos, apuntando para luego decirlo igual en sus iglesia. Muchos de estos pastores sueñan con esos grandes ministerios, se ven a si mismos como apóstoles en sus ciudades, volviéndose ricos y famosos. Jesús me reveló como muchos han dejado de orar por un mensaje salido del corazón de Dios. Han dejado ese amor primero, donde escudriñaban las escrituras y se saciaban de las palabras del Señor Jesús.

Muchos hoy están envanecidos y cada ves que los escucho mi corazón se indigna, y es como si el Señor me dijera: "Israel, no te conviertas como ellos, predica lo que yo te revelo",

lunes, 3 de noviembre de 2014

DIRIGIDOS CLARA Y DETALLADAMENTE


Si nos entregamos a este tipo de comunión diaria el Señor será fiel en dirigir nuestras vidas, incluso hasta instrucciones detalladas

Juan aprendió todo lo que sabía estando en comunión continua con el Señor. Así fue cómo recibió el mensaje de arrepentimiento, reconoció la venida del Cordero, y percibió su propia necesidad de disminuir mientras el Mesías incrementaba. Juan aprendió todas estas cosas del Señor. Y el sonido de la voz de Dios era su gozo. 

Vemos este tipo de vida trazada en las Escrituras. No estoy hablando sólo sobre la vida aislada de un profeta. Primero, está el ejemplo de Jesús. Su vida era ocupada, a menudo con todas las horas repletas. Pero el corazón de Cristo estaba fijo en buscar al Padre diariamente. Le dio a Dios un tiempo de calidad precioso, sentándose a sus pies, ministrándole, y escuchando su voz. Y fue enseñado y dirigido por su Padre todos los días.

Puede preguntar, "¿Pero qué del resto de nosotros? Jesús era literalmente el Hijo de Dios, engendrado del Padre. Nadie puede con toda posibilidad compararse a su ejemplo."

Considere a Cornelio, el centurión. Este hombre no era un predicador o un ministro de iglesia. De hecho, siendo un Gentil, ni siquiera era contado entre el pueblo de Dios. Pero, la Escritura dice que este soldado era "piadoso, y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre" (Hechos 10:2).

Aquí estaba un hombre ocupado. Cornelio tenía 100 soldados bajo su orden inmediata. Pero oraba en cada momento libre. Y un día, mientras oraba, el Señor le habló. Un ángel apareció, llamando a Cornelio por nombre. El centurión lo reconoció como la voz de Dios. Él contestó, "¿Qué es, Señor?" (10:4).

El Señor le habló directamente a Cornelio, diciéndole que buscara al apóstol Pedro. Le dio instrucciones detalladas, incluso nombres, una dirección, aún las palabras que decir. Entretanto, Pedro estaba orando en un tejado cuando allí “le vino una voz" (10:13). De nuevo, el Espíritu Santo dio instrucciones detalladas: "Pedro, estás a punto de oír a unos hombres en la puerta. Ve con ellos, porque los he enviado" (vea 10:19-20).

Pedro siguió a los hombres a la casa de Cornelio para una cita verdaderamente divina. Lo que pasó allí impactó a toda la iglesia Pentecostal Judía. El Señor abrió el evangelio a los Gentiles. Pero, la cosa más dura para los creyentes judíos aceptar era que Dios había hablado a un común e inexperto Gentil. No podían entender cómo Cornelio había oído la voz de Dios tan claramente, y hablada con tal poder. Esto desafió a cada creyente allí.

Pablo también recibió una revelación de Jesús directamente del cielo. Él testificó que las cosas que le mostraron sobre Cristo no fueron enseñadas por ningún hombre. Más bien, había oído la voz del propio Jesús, mientras estaba sobre sus rodillas en oración. "Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo" (Gálatas 1:11-12). "agradó Dios,… revelar a Su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre" (1:15-16).

Ahora, había grandes maestros en el día de Pablo, líderes que eran poderosos en la Palabra de Dios, como Apolo y Gamaliel. Y allí estaban los apóstoles que habían caminado y hablado con Jesús. Pero Pablo sabía que una revelación de segunda mano de Cristo no sería lo suficientemente buena. Tenía que recibir una revelación siempre creciente de Jesús, de parte del Señor mismo.


Claro, Pablo no estaba contra los maestros. Después de todo, él era uno. Él enseñó, "(Dios) constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros" (Efesios 4:11). Pero Pablo sabía que estaba por salir a enfrentar un mundo Gentil impío. Y necesitaba una revelación personal de Jesús para sostenerlo. De hecho, Pablo dijo que cada creyente necesita ser enseñado del Señor: "si en verdad le habéis oído, y habéis sido por El enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús" (4:21).

Como pastor me siento identificado en estos testimonios bíblicos pues al inicio del ministerio (2005), recibí dirección del mismo Señor por sueños sobre le mensaje que quería que predique, incluso cuando me dijo: "Ya no te llamaré Francisco, te llamaré Israel". Me habló sobre el nombre "Tiempo de Cosecha" y hasta el día de hoy me he detenido a escuchar su voz, algunas veces cuestionado por muchos pero sé y conozco la voz que estoy escuchando. El no nos ha mentido, todo conforme a su palabra se esta cumpliendo en su tiempo. Pasa un tiempo a sus pies en oración y deja de correr, no se trata de tener grandes programas y proyectos ministeriales, no lo impresionan nuestros espectáculos y conciertos, nuestros congresos y seminarios, y no quiero que piensen que digo que esto sea malo. Pero muchos se están guiando no por su voz, sino por sus propios corazones e intereses.

Veo a los cantantes cristianos haciendo grandes conciertos a manera del mundo, con entradas costosas, con las mejores bandas, ganando el grammy, diciendo que Dios los esta guiando, me pregunto, no deberían estar mas bien ministrando una alabanza sin mucho ruido en las casa de oración? Donde los aplausos no sean para ellos? Donde la adoración sea solo para el Señor Jesús?